El lado humano de M&A: Cómo gestionar los aspectos emocionales
El sector de tecnología de la información (IT) en América Latina está viviendo un momento de gran dinamismo
Con startups disruptivas, un talento que crece día a día y empresas de servicios digitales atrayendo la atención de grandes jugadores globales, Las fusiones y adquisiciones (M&A) son cada vez más frecuentes, impulsadas por la necesidad de innovar, consolidar mercados y aprovechar el crecimiento acelerado de las empresas tecnológicas.
Sin embargo, en medio de cifras millonarias y complejas estrategias financieras, un factor crítico puede determinar el éxito o fracaso de estas operaciones: las emociones de las personas involucradas. Las diferencias en formas de trabajo, estilos de liderazgo y valores organizacionales entre empresas locales e internacionales pueden amplificar los impactos emocionales del proceso de M&A. De hecho, un estudio de Mercer muestra que hasta un 30% de las integraciones fracasan debido a conflictos culturales no resueltos, lo que subraya la importancia de alinear valores y estilos de trabajo desde el inicio. Pero, ¿cómo pueden las empresas gestionar esto para aumentar las probabilidades de éxito?
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Los principales retos emocionales en M&A
Detrás de cada operación de M&A hay historias humanas que a menudo quedan relegadas. Estos son algunos de los retos emocionales más comunes:
- Incertidumbre y ansiedad: Los empleados suelen preocuparse por la estabilidad de sus puestos, los cambios en sus roles y las decisiones que puedan impactar sus carreras. Cabe destacar que reemplazar a un empleado perdido durante el proceso puede costar entre un 50% y un 200% de su salario anual, según SHRM, lo que añade presión financiera a la operación.
- Choque cultural: Las diferencias entre las culturas organizacionales pueden generar tensiones y malentendidos, especialmente si no se abordan de manera proactiva.
- Sentimiento de pérdida: Los empleados de empresas adquiridas pueden experimentar un “luto corporativo”, al sentir que están dejando atrás una parte esencial de su identidad profesional.
- Resistencia al cambio: La adaptación a nuevas políticas, procesos y estructuras jerárquicas puede generar frustración y rechazo.
Estrategias para gestionar el impacto emocional
Las empresas que integran con éxito lo humano y lo técnico en sus procesos de M&A tienen mayores probabilidades de lograr resultados positivos. Estas son algunas estrategias clave:
- Comunicar con transparencia: Una comunicación clara, oportuna y honesta es esencial para reducir la incertidumbre. Según Harvard Business Review, las integraciones con estrategias de comunicación consistentes tienen un 70% más de probabilidades de éxito.
- Fomentar un liderazgo empático: los líderes deben estar preparados para escuchar preocupaciones y abordar emociones de manera abierta. Estudios de Gallup indican que los equipos con líderes empáticos experimentan un 21% más de productividad y un 23% menos de rotación, lo que refuerza la moral del equipo y asegura la continuidad operativa durante el proceso.
- Involucrar a los equipos clave: Permitir que los empleados participen activamente en el diseño del proceso de integración no solo mejora la aceptación, sino que también genera un sentido de pertenencia.
- Implementar programas de apoyo: Recursos como talleres de manejo del estrés, apoyo psicológico y espacios de diálogo son herramientas valiosas para mantener la estabilidad emocional de los equipos.
- Construir una nueva identidad cultural: En lugar de imponer una cultura sobre otra, es recomendable trabajar en conjunto para definir una nueva visión y valores compartidos que representen la unión de ambas empresas.
Beneficios de priorizar el bienestar emocional en un proceso de M&A
Abordar de manera proactiva los aspectos emocionales de M&A trae beneficios tangibles e intangibles, entre ellos:
- Retención de talento clave: Los empleados comprometidos son más propensos a permanecer en la organización, lo que reduce costos asociados a la rotación. Un ejemplo exitoso es la adquisición de LinkedIn por parte de Microsoft, donde al priorizar la integración cultural y las emociones, lograron retener el 90% del talento clave, lo que contribuyó al crecimiento sostenido en los primeros años tras la fusión.
- Transiciones más rápidas y eficaces: Una integración sin tensiones emocionales minimiza los retrasos y conflictos operativos.
- Incremento en el compromiso: McKinsey reporta que los equipos que sienten que sus preocupaciones son atendidas y valoradas experimentan un aumento del 20-25% en su productividad, lo que mejora los resultados generales de la integración.
- Mejora en la reputación: Las empresas que cuidan a sus colaboradores fortalecen su marca como empleadores y atraen talento de alta calidad.
Un proceso de M&A exitoso es el que logra integrar lo humano con lo técnico
En un proceso de M&A, el éxito no se mide solo por los números, sino también por la capacidad de integrar personas, culturas y emociones. En el sector IT, donde el talento es uno de los activos más valiosos, priorizar el bienestar emocional es una estrategia clave para asegurar el éxito a largo plazo.
Así que, si estás liderando o participando en un proceso de M&A, no pierdas de vista que el éxito de estas operaciones está tan ligado al software y la infraestructura como al corazón de quienes las hacen posibles.
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